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Clik here to view.Universidad Complutense. Madrid, año 2004. Cuarto curso de la licenciatura de Periodismo en la facultad más horrenda de España. El profesor de Redacción Periodística, un tipo inteligente y estupendo bregado en una cadena de televisión, aparece con varios libros de Ryszard Kapuściński. Tras recomendar vivamente todos los títulos del reportero polaco, el profesor pregunta a la sala si alguien quiere proponer alguna recomendación. A continuación levanto la mano y pregunto por qué en esta facultad se difunden todos los libros del autor de Ébano y, en cambio, nadie ha propuesto aún ninguno de Manu Leguineche. El profesor asintió con la cabeza y continuó dando clase. Al día siguiente, se presentó con una pila de libros aún más grandes. Todos de Leguineche.
La universidad española le ha negado a Manu Leguineche el puesto que se merece. Ni lo cultivó, ni dio la relevancia que se merece el empaque de su obra periodística y literaria, ni tampoco le ha situado en la misma posición que otros autores que podríamos calificar menores. Quizá porque Manu era tímido y jugaba al mus y nunca se dejó de llevar por los destellos de la pompa y el autobombo, pero el caso es que ninguna facultad de periodismo en España otorga al periodista vasco el pedestal que se merece, ni siquiera cuando en los últimos años de su vida recibió todos los premios a los que un periodista puede aspirar a lo largo de su carrera.
Ni la proeza de lanzarse al exterior en unos tiempos en que el periodismo español andaba con la boina de la censura. Ni su cobertura insólita de la guerra de Vietnam. Ni su talla profesional a la hora de fundar agencias y dirigir equipos. Ni su solvencia para abordar todos los géneros del oficio. Ni su credibilidad para ejercer la crónica política. Ni los más de cuarenta volúmenes que conforman su bibliografía. Ni su acrisolada estantería de galardones. Ni su dilatada ejecutoria, cuajada en los más importantes acontecimientos de la segunda mitad del siglo XX: la revolución de Argelia; la guerra entre India y Pakistán, los conflictos en Líbano, Afganistán y Bangladés; Portugal y la Revolución de los Claveles; la revolución sandinista en Nicaragua, Yugoslavia y el avispero de los Balcanes; Jordania y la segunda guerra de Irak…
Nada de eso le sirvió para que la universidad girara su mirada hacia su trabajo con el énfasis, la seriedad y la estructura sistémica que requiere su legado. Salvo excepciones puntuales, su obra no se estudia en las carreras de Ciencias de la Información. Tampoco hay cátedras que se dediquen a profundizar en sus libros y crónicas, y ni siquiera sus libros forman parte del catálogo de sugerencias de aquellos maestros que prefieren despertar el gusto por la lectura de sus alumnos con otros periodistas y escritores mediáticos.
Situar a Leguineche bajo el prisma universitario para elevar su consideración académica es, precisamente, el objetivo principal del curso de verano que la UNED tiene el acierto de organizar a finales de este mes en su centro asociado de Guadalajara. No se trata tanto de reunión informal ni de unas jornadas con varias charlas, sino de trazar una perspectiva integral de la obra del periodista vasco desde su doble vertiente de periodista y escritor, con libros que discurren desde el ensayo histórico y sociológico al gran reportaje, pasando por la novela y el género memorístico.
El curso está dirigido por el periodista Pedro Aguilar, la persona que más y mejor conoció a Manu durante su residencia en nuestra provincia, siendo el codirector Francisco Gutiérrez Carbajo, catedrático de Literatura de la UNED. El programa, que consta de tres días, supone una oportunidad magnífica para los estudiantes (se pueden obtener dos créditos de libre configuración) y el público en general en Guadalajara, en la medida que incluye una nómina extraordinaria de leguinechólogos. Autores y profesores universitarios que le conocieron y le trataron, pero sobre todo especialistas en su obra desde ángulos diferentes: Javier Reverte hablará de la impronta de la literatura de viajes en los libros de Leguineche, mientras Juan Cruz se centrará en su faceta de historiador y ensayista. Al día siguiente, Felipe Sahagún y Gervasio Sánchez abordarán la trayectoria de Manu como experto en relaciones internacionales y, sobre todo, en la cobertura de conflictos, guerras, revoluciones y golpes de Estado. La última jornada del curso contará con la presencia de Luisa Etxenike, profesora de Teoría del Relato, Literatura y Género de la Universidad del País Vasco; y de Rosa María Calaf, ex corresponsal de Televisión Española.
El programa estará trufado de dos mesas redondas:
La primera, el lunes 29 de junio, se celebrará en el jardín de la casa de Manu Leguineche en Brihuega, tras el ofrecimiento de colaboración del nuevo ayuntamiento briocense. Los alumnos del curso serán trasladados en un autocar. El coloquio llevará por título Manu Leguineche y el periodismo: ver, oír y contar, y participarán Francisco Gutiérrez Carbajo; Víctor Márquez Reviriego, periodista y director de Triunfo; Jesús Picatoste, secretario general de FAPE; Elsa González Díaz, presidenta de FAPE y redactora jefe de COPE; y quien firma estas líneas.
La segunda mesa redonda, el martes día 30, estará dedicada íntegramente a la presencia de Guadalajara en la obra del reportero de Gernika, y contará con la asistencia de Arsenio Escolar, director del diario gratuito 20 Minutos; Pedro Aguilar, periodista y profesor tutor de Lengua y Literatura Españolas en la UNED; el poeta Francisco García Marquina y el periodista José García de la Torre.
Guadalajara tiene una ocasión única de adentrarse en los vericuetos de la obra de un gigante del periodismo español como es Manu Leguineche a través del curso de verano de la UNED. Y hacerlo, además, de la mano de personalidades que han buceado en sus líneas y cuyo conocimiento representa una garantía académica. Allí nos veremos y nos comunicamos, si ustedes quieren.
PROGRAMA COMPLETO DEL CURSO DE VERANO ‘MANU LEGUINECHE, PERIODISMO Y LITERATURA’
Del 29 de junio al 1 de julio de 2015.
Centro Asociado de la UNED en Guadalajara.