Después del encuentro minero en Hiendelaencina, la concentración Rodea el castillo de Galve, la Feria de Ganado de Cantalojas y el VII Día de la Sierra en El Cardoso, la Sierra completa este sábado un mes de octubre de intensa agenda con la primera Media Maratón del Alto Rey, que parte de Prádena y acaba en Condemios, y con una jornada de cultura tradicional en Atienza. La Sierra bulle fuera del vendaval habitual del verano, y eso es una extraordinaria noticia.
El programa preparado en Atienza incluye una demostración de artesanía, varios pasacalles musicales y una degustación gastronómica en el patio de columnas del Ayuntamiento atencino. Sin embargo, el plato fuerte se centra en las visitas guiadas por el centro de interpretación de la Posada del Cordón, cuyo montaje ha corrido a cargo del etnólogo José Antonio Alonso; y la conferencia que dictará Joaquín Díaz, también etnológo y cantautor castellano, folclorista y director de la fundación que lleva su nombre, ubicada en Urueña (Valladolid).
Hay muchos paralelismos entre Atienza y Urueña en esta convocatoria: la exaltación de la etnología de Castilla, la celebración de la música tradicional, la estampa de una historia y una arquitectura comunes, el regusto de dos villas medievales que por sí solas merecen una visita, y la impronta de Alonso y de Díaz, dos amantes de las tradiciones que han tenido la virtud no solo de cultivar el folklore, sino de contribuir a su difusión y pedagogía. El primero a través de la Escuela de Folklore de Guadalajara que dirigió durante más de dos décadas y el segundo mediante el ecosistema que ha ido creando en Castilla y León alrededor de la música tradicional.
Hay también muchas diferencias: Urueña es un pueblo consciente de la importancia de la cultura y el turismo en el desarrollo económico y Atienza es un municipio casi siempre a remolque de las iniciativas que llegan del exterior. Urueña fue declarada Villa del Libro, con un monocultivo productivo alrededor de la cultura impresa, y Atienza es incapaz de dar la difusión que se merece a los cuatro museos de los que dispone (San Bartolomé, San Gil, la Trinidad y el Cordón).
Urueña es una joya potenciada por las administraciones públicas de Castilla y León y Atienza es un eslabón más en la desordenada estrategia turística de Castilla-La Mancha. Los museos de Urueña están integrados en la red provincial de la Diputación de Valladolid y en la malla mundial de villas del libro, mientras que la Posada del Cordón es un satélite de la inexistente red museística que a la Diputación de Guadalajara no se le ha ocurrido crear ni aun imponiendo una tasa para acceder al Citug de Torija.
Lo que sí comparten Atienza y Urueña son los resabios de la Castilla vieja y heladora. Ambos pueblos sobresalen por la sencillez de su belleza. Dos lugares privilegiados. Dos conjuntos históricos y artísticos: Atienza desde 1962 y Urueña, desde 1975. Dos enclaves con callejas estrechas y casas de piedra. Dos balcones extraordinarios a la Sierra de Pela y la Tierra de Campos. Dos reliquias cuajadas de iglesias y ermitas interesantes. Dos recintos con castillo y murallas. Dos templos del lechazo.
Son dos villorrios con más historia que presente, aunque Urueña tiene la ventaja de haber mimado su vinculación con los libros. Resulta asombroso que en un pueblo que no llega a 200 habitantes sobrevivan media docena de librerías y cinco museos. Tres de estos recintos pertenecen a la fundación Joaquín Díaz, otro al intérprete y compositor Luis Delgado y otro a la Villa del Libro, proyecto alumbrado por la Diputación vallisoletana. Un póker de museos que merece la pena paladear.

Posada del Cordón, un caserón del siglo XV restaurado para acoger el museo de la cultura tradicional. El centro está dotado con 600 piezas procedentes de la colección particular de José Antonio Alonso y su familia.
Volviendo a los actos de este sábado, es muy recomendable que el visitante se detenga en la Posada del Cordón. En este caserón del siglo XV, José Antonio Alonso ha documentado más de 600 piezas etnográficas, cuajando un trabajo riguroso, concienzudo y milimétrico. Es una gozada pasear por las distintas salas de un edificio restaurado con un acierto técnico indudable. El recorrido es una muestra de la historia y los rasgos de la cultura de Guadalajara: la arquitectura, las fiestas, las danzas de paloteo, las botargas, los atuendos, el papel de la mujer, los oficios antiguos, la artesanía, etc. Recomiendo leer este magnífico reportaje de Cultura En Guada para profundizar en la visita a un recinto que ya se ha convertido en un referente cultural de esta tierra.
La conferencia que pronunciará Joaquín Díaz es también un aliciente de calibre para acercarse hasta Atienza el 25 de octubre. Nacido en Zamora en 1947, ocupa un lugar destacado en el folklore español del último medio siglo. Su trayectoria está cuajada de iniciativas que le convierten un titán de este: cantautor de folk, catedrático honorario de la Cátedra de Estudios sobre la Tradición de la Universidad de Valladolid, creador del Centro Etnográfico de Urueña (a partir de 1994 se convirtió en Fundación Joaquín Díaz) y director de la Revista de Folklore de Caja España desde 1980. Los que hemos tenido la oportunidad de colaborar en las páginas de esta revista sabemos del esfuerzo prolijo de su director.
Díaz, que acumula más de cincuenta años de trayectoria, es autor de decenas de libros, discos y ensayos sobre la cultura tradicional castellana. Una de sus principales virtudes estriba en haberse recorrido los pueblos de Castilla y León para registrar y documentar, en compañía de los más viejos del lugar, el legado musical que está condenado a desaparecer si no se frena la pérdida de la cultura rural. También ha destacado en la capacidad para proyectar al exterior el catálogo musical de buena parte de este territorio, especialmente, en Estados Unidos y Europa fruto de sus viajes y de la relación que ha ido tejiendo con distintas universidades.
Investigó, junto a otros folcloristas, el cancionero de Valladolid y Palencia y ha contribuido a la divulgación del romancero tradicional. También es un consumado especialista en la literatura de cordel y la huella de los sefardíes. Uno se queda exhausto rastreando los fondos de su fundación, ubicada en un edificio del siglo XVIII propiedad de la Diputación de Valladolid. Entre sus muros se ordenan valiosísimas colecciones cedidas para su visita o consulta por el propio Joaquín Díaz, además de una ristra considerable de archivos orales, escritos y gráficos. La fundación está gestionada por un patronato integrado por la Diputación, la Junta de Castilla y León, Caja España, el Ministerio de Cultura, la Universidad de Valladolid, la Fundación SGAE y el mismo folclorista. Nada de escatimar esfuerzos, por tanto.
Joaquín Díaz es una voz autorizada, de peso, con una notable prédica en los ambientes del acervo cultural español. Por eso resulta una excelente noticia que este fin de semana recale en Atienza, precisamente, en vísperas del homenaje que una constelación de artistas y escritores le van a tributar en el teatro Zorrilla de la capital pucelana el próximo 7 de noviembre.
En esta ocasión, la Castilla de la margen inferior del Duero se adelanta a la del norte. No se lo pierdan.

Centro e-Lea Miguel Delibes en Urueña (Valladolid), dedicado a la formación de la escritura y la evolución de la imprenta y el libro.